Durante el verano, la piel sufre las consecuencias de una exposición directa al sol y de factores externos como la ausencia de humedad provocada por el aumento de temperaturas. La deshidratación es palpable de distintas maneras, entre las que se destacan: una falta de suavidad y elasticidad evidentes, falta de confort, piel tirante y, también, con descamaciones. Y la zona de los pies no está exenta de padecerla.

Si alguna vez te has preguntado por qué se tienen los pies tan secos en verano, hay que pensar en un factor que influye (y mucho) en este fenómeno: el uso excesivo de calzado abierto. Las durezas y los talones agrietados son dos de sus peores consecuencias, y el trío de cremas hidratantes para pies resecos que proponemos nos ayudarán a restablecer la humedad perdida desde el inicio del calor: todas ellas procedentes de marcas consolidadas como Neutrogena, O’Keeffe’s o Scholl.